miércoles, 1 de noviembre de 2017

DÍAS

Hay días en los que te despertás inapetente,
con el corazón de mudanza,
el cuerpo más pesado de lo normal
y las ideas licuadas con chorrito de leche en la licuadora.
Son días, no es siempre.
Es como si se te desacomodara el ropero del alma,
y ahi entre miles de papeles viejos y fotos rotas
te encontrás de cara con eso que parecía que te habías olvidado
pero que todavía pincha, que aun duele.
No es que se esté derrumbando el mundo,
pero te cuesta encontrar el equilibrio,
la comida no sabe tan rica,
el cielo está un poco nublado,
nadie te entiende, te atiende o te da la mano..
Sos una especie de bicho bolita que se pregunta:
¿Qué hace acá? ¿Qué busca? ¿A dónde va?
Calculo que esos días llegan para que nos pongamos 
las botas de batalla y nos acordemos 
que nos quedan un montón de cosas por lograr..
Que todavía no vivimos con el jardín que queremos
O que nos falta adoptar un gato,
comprar un jarro de cerezas o conocer Vietnam.
Que no estamos 100% bien
pero que ya pudimos con el 60% de las cosas que  nos daban miedo,
y que cada vez estamos más cerca
de hacer las pases con nosotros mismos.
Hay días que se esfuman inapetentes,
con el corazón de mudanza y el cuerpo más pesado de lo normal
y las ideas licuadas con un chorrito de leche en la licuadora.
Sin embargo, somos un poquito más altos, 
apenitas más sabios, 
y tranquilamente más humanos.
Nos movimos lento
pero nos tocamos fuerte un pedacito del alma,
y ahora somos otros.

Valió la pena.



Soledad Voulgaris


No hay comentarios:

Publicar un comentario