Hay días que parece que nunca se va a apagar el sol, y otros son más tristes que una despedida en la estación. Es igual que nuestra vida, que cuando todo va bien...un día tuerces una esquina y te tuerces tu también. Yo he crecido cerca de las vías y por eso sé, que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren.
Si no cierras bien los ojos, muchas cosas no se ven.
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