Entre los 3 y los 7 años la ADORAMOS, creemos que nuestra mamá es la mejor del mundo; porque nos cumple todos los caprichos. Entre los 7 y 10 la AMAMOS. Desde los 10 en adelante la QUEREMOS. Entre los 15 y los 17 pensamos que no la necesitamos. A los 18 la mayoría quiere irse de casa. Seguramente a partir de los 20 la vemos cada vez menos. A los 35, una vez ya formada nuestra propia familia deseamos volver el tiempo atrás para estar más tiempo con ella. A los 50 deseamos no perderla. Y a los 70 decimos: Daría lo que fuera por volver a ver a mi mamá.
Suena triste, pero es la verdad. Algo que nos duele admitir porque sabemos que a veces no tenemos tiempo para ellas. Sin querer el tiempo pasa, y nos olvidamos de que estan ahi, pendientes de nosotras, de lo que hacemos. Insentivándonos para que no cometamos sus mismos errores. A veces hasta rogando que tomemos el camino que ellas no pudieron tomar, para que terminemos con lo que ellas no pudieron terminar, y nos dejan todos sus sueños en nuestras manos. Con la certeza de que algun día lo podramos lograr. Asi viven, orgullosas. Se nota en cada mirada, en cada gesto. El amor de una madre a un hijo es inexplicable. Parecidísimo al amor de padre, pero ellas salieron premiadas esta vez... y se que algún dia me tocará y me voy a sentir orgullosa de llevar dentro mío a un ser tan especial como un hijo. Ese amor que sólo lo puede explicar una mama, cuando lo es. Siempre las vamos a tener en nuestro corazón y nunca nos van a abandonar, por más que la vida pase y en algun momento nos separemos. Cuando ya no esten, y nos miren desde arriba, desde alguna estrella, van a sentirse orgullosas de nosotros porque somos su prolongación... Nos tocó ser aprendices de lo que nos enseñaron para no volver a cometer los mismos errores, nos dieron todas las armas necesarias para enfrentar lo que nos toca, ahora nos queda demostrarles lo que aprendimos y formar nuestra vida gracias a la ayuda de las mejores maestras.
TE AMO CON TODA MI ALMA
FELIZ DIA
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